Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.
Estimada familia les acompaño en su dolor. En estos momentos de angustia busquen apoyo en Jehova. Salmos 34:18 dice que Él está con quienes tienen el corazón destrozado.
Nuestro Dios nos ha prometido despertar a nuestros seres queridos que hoy descansan en el sueño eterno (Hechos 24:15).
Nos ha prometido terminar con nuestro dolor y la muerte (Apocalipsis 21:4).
Tengan la esperanza de que así será. Mientras ese día llega, sigan buscando apoyo en Jehova.
Reciban mi abrazo fraterno desde Chile.