Tania vino a nuestras vidas, aquí, en estas tierras que amó. Vino a vivir, no a anclarse en el pasado, por eso vemos su obra: nosotros mismos; obras que no dejó ni dejará de tallar. Sus manos pincelaron y colorearon la libertad de quienes somos sus hijos o sus nietos y la de quienes nos sentimos sus hijos.
Hoy le decimos, como aquel poeta: y para siempre, Tania, hola y adiós.
Pero también hoy, Tania sigue en el presente, ya en el cielo dicen: Tania vino, vino a seguir viviendo.
¡Tania es y será!
Adiós amiga … gracias por todas las cosas que compartimos. Gracias yppr la confianza, la amistad y el afecto.
Aprendí de ti muchas cosas y siempre admiré el sentido de licha que tenías. Y el amor por Venezuela
Siempre voy a recordar tu risa que Dios y la virgen de Coromoto te estén esperando. Allá donde creemos que mereces estar. Te quiero mucho siempre te recordare
Hasta luego.
Estimada familia les acompaño en su dolor. En estos momentos de angustia busquen apoyo en Jehova. Salmos 34:18 dice que Él está con quienes tienen el corazón destrozado.
Nuestro Dios nos ha prometido despertar a nuestros seres queridos que hoy descansan en el sueño eterno (Hechos 24:15).
Nos ha prometido terminar con nuestro dolor y la muerte (Apocalipsis 21:4).
Tengan la esperanza de que así será. Mientras ese día llega, sigan buscando apoyo en Jehova.
Reciban mi abrazo fraterno desde Chile.